Los modelos convencionales de análisis de crédito no sirven para este tipo de empresas.
Pero ¿qué es una startup?
La mayoría la define como cualquier empresa con una historia limitada de funcionamiento, nueva y, normalmente, en fase de descubrimiento del producto y del mercado. El término startup se empezó a popularizar durante el gran auge de las puntocom como una manera de describir las empresas de tecnología apoyadas en capital riesgo.
Para David Kidder, cofundador de Clickable, se trata de empresas que incluyen cualquier nueva iniciativa original llevada a cabo por un equipo fundador que se centra en un alto crecimiento, un perfil riesgo/recompensa, la escalabilidad o capacidad de crecimiento y el liderazgo del mercado.
Aunque la tasa de fracaso es muy elevada, las que sobreviven generan enormes rendimientos económicos.
Me he propuesto, para empezar por algún sitio, intentar entender cómo piensan estas persona extraordinarias que son los emprendedores. Las reflexiones que vienen a continuación se basan en la lectura del libro "El manual de las Startups" de David Kidder, Ed. Gestión 2000.
Todo principiante en este universo de las startups debe ser capaz de realizar una transición de la B de business a la E de emprendimiento. Con esta idea inicial, lo que quiero decir es que las empresas convencionales ejecutan modelos conocidos mientras que las startups lo hacen por la gesta. Buscan en los dos primeros años un modelo de negocio que se pueda repetir y pueda ser una scale-up. Los inversores de capital riesgo no saber visualizar este hecho porque se forman en escuelas de negocios.
Los emprendedores deben tener un código secreto en Excel que genera 100 millones € en 5 años. En algunos caso es cierto porque no se centran en libros de cuentas, balances, liquidez sino en intentar atraer más clicks, páginas visitadas o inscripciones... Además, toman decisiones cada día como si fuera el primero.
Hay una frase de Bernard Shaw que ayuda a entender la mentalidad de los emprendedores: " todo progreso depende del hombre irracional".
La relación con los inversores no siempre es fácil pero hay dos aspectos muy importantes que los emprendedores deben tener en cuenta: (1) mantener la eficacia del capital aunque éste abunde, es decir, austeridad y (2) aunque el fundador sea un genio debe aprender de la gente que lleva trabajando décadas en el sector.
David Kidder reúne en su libro una serie de consejos de 40 emprendedores de éxito.
Mi decálogo de estos consejos es el siguiente:
1. El emprendedor debe ser radicalmente transparente porque su reputación viaja a toda velocidad en la red.
2. Ningún plan de negocio sobrevive después del primer contacto con los clientes.
3. Tienen claro su público objetivo y no lo hacen más barato sino mejor.
4. Priorizan problemas en términos de aire, agua y comida: sólo puedes vivir minutos sin aire, días sin agua y semanas sin comida. Así se deben abordar los problemas en una startup.
5. Es capaz de crear barreras de entrada durante unos años.
6. Es su propio competidor y reúne a un gran equipo contratando sus puntos flacos.
7. Como hemos comentado anteriormente, debe ser riguroso con el dinero de los inversores. No confunden conseguir capital con tener éxito.
8. No toma decisiones en momentos de debilidad.
9. Define su marca en un máximo de ocho palabras. Practica el marketing de guerrilla y debe ser capaz de explicar a los clientes por qué necesitan su producto en 30 segundos.
10. Obsesión por los ingresos. En una startup, los ingresos son oxígeno.
Desde la óptica de un humilde analista de riesgos de crédito de empresas, me enfrento a un gran reto que conlleva un importante cambio de mentalidad. Los emprendedores no entienden de ebitda, cash flow o patrimonio neto sino de perseguir incansablemente una idea y de gestionar una empresa en medio del caos.
Pero ¿qué es una startup?
La mayoría la define como cualquier empresa con una historia limitada de funcionamiento, nueva y, normalmente, en fase de descubrimiento del producto y del mercado. El término startup se empezó a popularizar durante el gran auge de las puntocom como una manera de describir las empresas de tecnología apoyadas en capital riesgo.
Para David Kidder, cofundador de Clickable, se trata de empresas que incluyen cualquier nueva iniciativa original llevada a cabo por un equipo fundador que se centra en un alto crecimiento, un perfil riesgo/recompensa, la escalabilidad o capacidad de crecimiento y el liderazgo del mercado.
Aunque la tasa de fracaso es muy elevada, las que sobreviven generan enormes rendimientos económicos.
Me he propuesto, para empezar por algún sitio, intentar entender cómo piensan estas persona extraordinarias que son los emprendedores. Las reflexiones que vienen a continuación se basan en la lectura del libro "El manual de las Startups" de David Kidder, Ed. Gestión 2000.
Todo principiante en este universo de las startups debe ser capaz de realizar una transición de la B de business a la E de emprendimiento. Con esta idea inicial, lo que quiero decir es que las empresas convencionales ejecutan modelos conocidos mientras que las startups lo hacen por la gesta. Buscan en los dos primeros años un modelo de negocio que se pueda repetir y pueda ser una scale-up. Los inversores de capital riesgo no saber visualizar este hecho porque se forman en escuelas de negocios.
Los emprendedores deben tener un código secreto en Excel que genera 100 millones € en 5 años. En algunos caso es cierto porque no se centran en libros de cuentas, balances, liquidez sino en intentar atraer más clicks, páginas visitadas o inscripciones... Además, toman decisiones cada día como si fuera el primero.
Hay una frase de Bernard Shaw que ayuda a entender la mentalidad de los emprendedores: " todo progreso depende del hombre irracional".
La relación con los inversores no siempre es fácil pero hay dos aspectos muy importantes que los emprendedores deben tener en cuenta: (1) mantener la eficacia del capital aunque éste abunde, es decir, austeridad y (2) aunque el fundador sea un genio debe aprender de la gente que lleva trabajando décadas en el sector.
David Kidder reúne en su libro una serie de consejos de 40 emprendedores de éxito.
Mi decálogo de estos consejos es el siguiente:
1. El emprendedor debe ser radicalmente transparente porque su reputación viaja a toda velocidad en la red.
2. Ningún plan de negocio sobrevive después del primer contacto con los clientes.
3. Tienen claro su público objetivo y no lo hacen más barato sino mejor.
4. Priorizan problemas en términos de aire, agua y comida: sólo puedes vivir minutos sin aire, días sin agua y semanas sin comida. Así se deben abordar los problemas en una startup.
5. Es capaz de crear barreras de entrada durante unos años.
6. Es su propio competidor y reúne a un gran equipo contratando sus puntos flacos.
7. Como hemos comentado anteriormente, debe ser riguroso con el dinero de los inversores. No confunden conseguir capital con tener éxito.
8. No toma decisiones en momentos de debilidad.
9. Define su marca en un máximo de ocho palabras. Practica el marketing de guerrilla y debe ser capaz de explicar a los clientes por qué necesitan su producto en 30 segundos.
10. Obsesión por los ingresos. En una startup, los ingresos son oxígeno.
Desde la óptica de un humilde analista de riesgos de crédito de empresas, me enfrento a un gran reto que conlleva un importante cambio de mentalidad. Los emprendedores no entienden de ebitda, cash flow o patrimonio neto sino de perseguir incansablemente una idea y de gestionar una empresa en medio del caos.
Me hubiera encantado trabajar contigo, te deseo toda la suerte del mundo en tu nuevo puesto y espero q pronto podamos nuevamente coincidir. Lo habrías bordado en el mundo start up. Un abrazo!
ResponderEliminarAna.
Muchísimas gracias Ana. La vida laboral da muchas vueltas...quién sabe?
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